Un dirigente religioso judío llamado Nicodemo visitó a Jesús en cierta ocasión. El también creía, como mucha gente, que se iba a ganar un hogar en el cielo cuando muriera, por haber llevado una buena vida. Imagínese cómo se sentiría cuando Jesús le dijo: "De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios" (Juan 3:3).
Un dirigente religioso judío llamado Nicodemo visitó a Jesús en cierta ocasión. El también creía, como mucha gente, que se iba a ganar un hogar en el cielo cuando muriera, por haber llevado una buena vida. Imagínese cómo se sentiría cuando Jesús le dijo: "De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios" (Juan 3:3).Jesús le explicó a Nicodemo que el nuevo nacimiento es una transformación espiritual que sólo Dios puede hacer. Cuando un pecador perdido se arrepiente de sus pecados y pone su confianza en Jesús como el único que lo puede salvar, en ese mismo momento nace de nuevo. Dios le da una naturaleza espiritual a través de la cual puede comprender y disfrutar las cosas divinas.
Jesús le explicó a Nicodemo que el nuevo nacimiento es una transformación espiritual que sólo Dios puede hacer. Cuando un pecador perdido se arrepiente de sus pecados y pone su confianza en Jesús como el único que lo puede salvar, en ese mismo momento nace de nuevo. Dios le da una naturaleza espiritual a través de la cual puede comprender y disfrutar las cosas divinas.Lo que Jesús le dijo a Nicodemo hace veinte siglos sigue siendo igualmente cierto hoy. Aunque tratemos de vivir correctamente, ir a la iglesia o comprometernos en otras actividades dignas de encomio, seguiremos necesitando "nacer de nuevo" para ser miembros de la familia de Dios.
Lo que Jesús le dijo a Nicodemo hace veinte siglos sigue siendo igualmente cierto hoy. Aunque tratemos de vivir correctamente, ir a la iglesia o comprometernos en otras actividades dignas de encomio, seguiremos necesitando "nacer de nuevo" para ser miembros de la familia de Dios.¿Ha nacido usted de nuevo? Esta es la pregunta más importante de toda la vida, porque la respuesta que usted dé a ella afectará toda su eternidad.
¿Ha nacido usted de nuevo? Esta es la pregunta más importante de toda la vida, porque la respuesta que usted dé a ella afectará toda su eternidad.¿Cómo saber que ha nacido de nuevo? La Biblia enumera en la primera epístola de Juan seis características de todo aquel que ha nacido de nuevo. No son los requisitos que hacen falta para el nuevo nacimiento, sino las consecuencias de que Dios obra en su vida.
¿Cómo saber que ha nacido de nuevo? La Biblia enumera en la primera epístola de Juan seis características de todo aquel que ha nacido de nuevo. No son los requisitos que hacen falta para el nuevo nacimiento, sino las consecuencias de que Dios obra en su vida. No tiene hábitos de pecadoPrimera característica: "Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado" (Juan 3:9).
Primera característica: "Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado" (Juan 3:9).El verdadero cristiano no peca habitualmente, porque desea agradar a su Señor. Aunque dista mucho de ser perfecto, sabe que "si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas passaron; he aquí todas son hechas nuevas" (2 Corintios 5:17). Si peca en alguna ocasión, puede confesarlo y el Señor "es fiel y justo para perdonar" (1 Juan 1:9).
El verdadero cristiano no peca habitualmente, porque desea agradar a su Señor. Aunque dista mucho de ser perfecto, sabe que "si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas passaron; he aquí todas son hechas nuevas" (2 Corintios 5:17). Si peca en alguna ocasión, puede confesarlo y el Señor "es fiel y justo para perdonar" (1 Juan 1:9). Cree en CristoSegunda característica: "Todo aquel que cree que Jesús es el Cristo, es nacido de Dios" (1 Juan 5:1).
Segunda característica: "Todo aquel que cree que Jesús es el Cristo, es nacido de Dios" (1 Juan 5:1).El que ha nacido de nuevo cree que Jesucristo es el Hijo eterno de Dios. El es el enviado por el Padre para pagar la pena debida por el pecado del hombre con su muerte en la cruz. Su resurrección de entre los muertos al tercer día es la prueba de que El es capaz de perdonarnos y de crear una estrecha relación de amistad entre nosotros y el Padre. Jesús dijo: "Yo soy el camino, y la verdad, y la vida: nadie viene al Padre, sino por mí" (Juan 14:6).
El que ha nacido de nuevo cree que Jesucristo es el Hijo eterno de Dios. El es el enviado por el Padre para pagar la pena debida por el pecado del hombre con su muerte en la cruz. Su resurrección de entre los muertos al tercer día es la prueba de que El es capaz de perdonarnos y de crear una estrecha relación de amistad entre nosotros y el Padre. Jesús dijo: "Yo soy el camino, y la verdad, y la vida: nadie viene al Padre, sino por mí" (Juan 14:6).El que ha nacido de nuevo no se limita a conocer todo lo relacionado con Jesucristo, sino que le ha entregado su vida como a Salvador y Señor suyo.
El que ha nacido de nuevo no se limita a conocer todo lo relacionado con Jesucristo, sino que le ha entregado su vida como a Salvador y Señor suyo.El hijo de Dios no confía en que sean su iglesia, sus buenas obras o su pastor los que le consigan la vida eterna. La Biblia dice: "A todos los que le recibieron (a Jesucristo), a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios" (Juan 1:12).
El hijo de Dios no confía en que sean su iglesia, sus buenas obras o su pastor los que le consigan la vida eterna. La Biblia dice: "A todos los que le recibieron (a Jesucristo), a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios" (Juan 1:12). Practica la justiciaTercera característica: "Todo el que hace justicia es nacido de Él" (1 Juan 2:29).
Tercera característica: "Todo el que hace justicia es nacido de Él" (1 Juan 2:29).Cristo es el ejemplo para el creyente, además de ser su Salvador. El les dijo a sus discípulos: "Si me amáis, guardad mis mandamientos" (Juan 14:15) y "vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando" (Juan 15:14).
Cristo es el ejemplo para el creyente, además de ser su Salvador. El les dijo a sus discípulos: "Si me amáis, guardad mis mandamientos" (Juan 14:15) y "vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando" (Juan 15:14).El cristiano genuino vive para agradar a su Padre celestial y trata de evitar todas las cosas que Dios detesta.
El cristiano genuino vive para agradar a su Padre celestial y trata de evitar todas las cosas que Dios detesta. Ama a los demás creyentesCuarta característica: "Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida, en que amamos a los hermanos" (1 Juan 3:14).
Cuarta característica: "Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida, en que amamos a los hermanos" (1 Juan 3:14).Al igual que Jesús, el hijo de Dios ama incluso a sus enemigos, pero tiene un amor especial por aquellos que también son creyentes. Aunque sean diferentes a él en cuanto a raza, personalidad o denominación, son todos miembros de la misma familia. "Este es el mensaje que habéis oído desde el principio: Que nos amemos unos a otros" (1 Juan 3:11).
Al igual que Jesús, el hijo de Dios ama incluso a sus enemigos, pero tiene un amor especial por aquellos que también son creyentes. Aunque sean diferentes a él en cuanto a raza, personalidad o denominación, son todos miembros de la misma familia. "Este es el mensaje que habéis oído desde el principio: Que nos amemos unos a otros" (1 Juan 3:11). Vence al mundoQuinta característica: "Todo lo que es nacido de Dios vence al mundo" (1 Juan 5:4).
Quinta característica: "Todo lo que es nacido de Dios vence al mundo" (1 Juan 5:4).El que ha nacido de nuevo no se guía por las cambiantes normas del mundo en cuanto a lo que es correcto y lo que no lo es. No le importa ir en contra de los caminos del mundo, porque busca la alabanza de Dios, y no la de los hombres, y tiene temor de ofender a Dios, no al hombre.
El que ha nacido de nuevo no se guía por las cambiantes normas del mundo en cuanto a lo que es correcto y lo que no lo es. No le importa ir en contra de los caminos del mundo, porque busca la alabanza de Dios, y no la de los hombres, y tiene temor de ofender a Dios, no al hombre. Se mantiene puroSexta característica: "La religíon pura y sin mácula delante de Dios el Padre es esta: ...guardarse sin mancha del mundo" (Santiago 1:27).
Sexta característica: "La religíon pura y sin mácula delante de Dios el Padre es esta: ...guardarse sin mancha del mundo" (Santiago 1:27).Aquel que ha nacido de nuevo, no se limita a evitar el pecado, sino que evita también todo cuanto lo pueda llevar a él. Es como un soldado en territorio enemigo, continuamente en guardia. Sabe que no puede impedir que le llegue la tentación, pero que por medio del conocimiento de la Palabra de Dios y de la oración, puede resistirla.
Aquel que ha nacido de nuevo, no se limita a evitar el pecado, sino que evita también todo cuanto lo pueda llevar a él. Es como un soldado en territorio enemigo, continuamente en guardia. Sabe que no puede impedir que le llegue la tentación, pero que por medio del conocimiento de la Palabra de Dios y de la oración, puede resistirla. La pruebaEstas son las seis características esenciales de uno que ha nacido de nuevo. Es posible que no todos estos rasgos sean igualmente evidentes en su vida. No obstante, si usted ha nacido de nuevo, Dios los está desarrollando en usted. ¿Ha nacido usted de nuevo?
Estas son las seis características esenciales de uno que ha nacido de nuevo. Es posible que no todos estos rasgos sean igualmente evidentes en su vida. No obstante, si usted ha nacido de nuevo, Dios los está desarrollando en usted. ¿Ha nacido usted de nuevo?Si no ha nacido de nuevo, o no está seguro, puede estarlo ahora mismo. Ore en este mismo instante; pídale a Dios que le perdone sus pecados y crea en Jesucristo como su Señor y Salvador.
Si no ha nacido de nuevo, o no está seguro, puede estarlo ahora mismo. Ore en este mismo instante; pídale a Dios que le perdone sus pecados y crea en Jesucristo como su Señor y Salvador. Oracion
"Padre celestial, vengo a Tí ahora por medio de Jesús. Creo que Jesús murió por mis pecados, que fué sepultado y que se levantó de la muerte. Perdóname mis pecados. Me arrepiento de todos ellos y Te pido, Jesús, entrar a mi corazón y ser el Señor de mi vida. Toma control de mi vida. Yo quiero ser Tu hijo. Gracias por salvar mi alma. Amén."
Si ha entregado ahora usted su vida a Jesucristo como su Señor y Salvador, quisiéramos saber de su decisión para enviarle literatura cristiana gratuita. Escríbanos a la dirección que está abajo.
Si ha entregado ahora usted su vida a Jesucristo como su Señor y Salvador, quisiéramos saber de su decisión para enviarle literatura cristiana gratuita. Escríbanos a la dirección que está abajo.Published by Good News Publishers (first published August 1st 2013)

J.C. Ryle (1816 - 1900)
J.C. Ryle was a prolific writer, vigorous preacher, faithful pastor, husband of three wives, [widowed three times: Matilda died in 1847, Jessie died in 1860, Henrietta died in 1889] and the father to five children [1 with Matilta and 4 with Jessie]. He was thoroughly evangelical in his doctrine and uncompromising in his Biblical principles. In 1880, after 38 years in Pastoral ministry in rural England, at age 64, he became the first Anglican bishop of Liverpool. He retired in 1900 at age 83 and died later the same year at the age of 84.“He [J.C. Ryle] was great through the abounding grace of God. He was great in stature; great in mental power; great in spirituality; great as a preacher and expositor of God’s most holy Word; great in hospitality; great as a writer of Gospel tracts; great as a Bishop of the Reformed Evangelical Protestant Church in England, of which he was a noble defender; great as first Bishop of Liverpool. I am bold to say, that perhaps few men in the nineteenth century did as much for God, for truth, and for righteousness, among the English speaking race, and in the world, as our late Bishop.” - Rev. Richard Hobson, three days after Ryle’s burial in 1900.
John Charles Ryle was the first Anglican bishop of Liverpool. Ryle was a strong supporter of the evangelical school and a critic of Ritualism. Among his longer works are Christian Leaders of the Eighteenth Century (1869), Expository Thoughts on the Gospels (7 vols, 1856-69), Principles for Churchmen (1884).
Thoroughly evangelical in his doctrine and uncompromising in his principles, J.C. Ryle was a prolific writer, vigorous preacher, and faithful pastor.
In his diocese, he exercised a vigorous and straightforward preaching ministry, and was a faithful pastor to his clergy, exercising particular care over ordination retreats. He formed a clergy pension fund for his diocese and built over forty churches. Despite criticism, he put raising clergy salaries ahead of building a cathedral for his new diocese.
Ryle combined his commanding presence and vigorous advocacy of his principles with graciousness and warmth in his personal relations. Vast numbers of working men and women attended his special preaching meetings, and many became Christians.
John Charles Ryle was born at Macclesfield and was educated at Eton and at Christ Church, Oxford. He was a fine athlete who rowed and played Cricket for Oxford, where he took a first class degree in Greats and was offered a college fellowship (teaching position) which he declined. The son of a wealthy banker, he was destined for a career in politics before answering a call to ordained ministry.
He was spiritually awakened in 1838 while hearing Ephesians 2 read in church. He was ordained by Bishop Sumner at Winchester in 1842. After holding a curacy at Exbury in Hampshire, he became rector of St Thomas's, Winchester (1843), rector of Helmingham, Suffolk (1844), vicar of Stradbroke (1861), honorary canon of Norwich (1872), and dean of Salisbury (1880). In 1880, at age 64, he became the first bishop of Liverpool, at the recommendation of Prime Minister Benjamin Disraeli. He retired in 1900 at age 83 and died later the same year.
Ryle was a strong supporter of the evangelical school and a critic of Ritualism. Among his longer works are Christian Leaders of the Eighteenth Century (1869), Expository Thoughts on the Gospels (7 vols, 1856-69) and Principles for Churchmen (1884).
... Show more