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Want to know what the Bible says about Ananias? Here are 8 Bible verses about Ananias from the Old and New Testaments of the Holy Bible, Reina Valera Antigua (RVA), sorted from the most relevant to the least relevant.

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Hechos 5:3 RVA
Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué ha llenado Satanás tu corazón á que mintieses al Espíritu Santo, y defraudases del precio de la heredad?
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Hechos 5:1-42 RVA
5 MAS un varón llamado Ananías, con Safira su mujer, vendió una posesión,
2 Y defraudó del precio, sabiéndolo también su mujer; y trayendo una parte, púsola á los pies de los apóstoles.
3 Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué ha llenado Satanás tu corazón á que mintieses al Espíritu Santo, y defraudases del precio de la heredad?
4 Reteniéndola, ¿no se te quedaba á ti? y vendida, ¿no estaba en tu potestad? ¿Por qué pusiste esto en tu corazón? No has mentido á los hombres, sino á Dios.
5 Entonces Ananías, oyendo estas palabras, cayó y espiró. Y vino un gran temor sobre todos los que lo oyeron.
6 Y levantándose los mancebos, le tomaron, y sacándolo, sepultáronlo.
7 Y pasado espacio como de tres horas, sucedió que entró su mujer, no sabiendo lo que había acontecido.
8 Entonces Pedro le dijo: Dime: ¿vendisteis en tanto la heredad? Y ella dijo: Sí, en tanto.
9 Y Pedro le dijo: ¿Por qué os concertasteis para tentar al Espíritu del Señor? He aquí á la puerta los pies de los que han sepultado á tu marido, y te sacarán.
10 Y luego cayó á los pies de Él, y espiró: y entrados los mancebos, la hallaron muerta; y la sacaron, y la sepultaron junto á su marido.
11 Y vino un gran temor en toda la iglesia, y en todos los que oyeron estas cosas.
12 Y por las manos de los apóstoles eran hechos muchos milagros y prodigios en el pueblo; y estaban todos unánimes en el pórtico de Salomón.
13 Y de los otros, ninguno osaba juntarse con ellos; mas el pueblo los alababa grandemente.
14 Y los que creían en el Señor se aumentaban más, gran número así de hombres como de mujeres;
15 Tanto que echaban los enfermos por las calles, y los ponían en camas y en lechos, para que viniendo Pedro, á lo menos su sombra tocase á alguno de ellos.
16 Y aun de las ciudades vecinas concurría multitud á Jerusalem, trayendo enfermos y atormentados de espíritus inmundos; los cuales todos eran curados.
17 Entonces levantándose el príncipe de los sacerdotes, y todos los que estaban con Él, que es la secta de los Saduceos, se llenaron de celo;
18 Y echaron mano á los apóstoles, y pusiéronlos en la cárcel pública.
19 Mas el ángel del Señor, abriendo de noche las puertas de la cárcel, y sacándolos, dijo:
20 Id, y estando en el templo, hablad al pueblo todas las palabras de esta vida.
21 Y oído que hubieron esto, entraron de mañana en el templo, y enseñaban. Entre tanto, viniendo el príncipe de los sacerdotes, y los que eran con Él, convocaron el concilio, y á todos los ancianos de los hijos de Israel, y enviaron á la cárcel para que fuesen traídos.
22 Mas como llegaron los ministros, y no los hallaron en la cárcel, volvieron, y dieron aviso,
23 Diciendo: Por cierto, la cárcel hemos hallado cerrada con toda seguridad, y los guardas que estaban delante de las puertas; mas cuando abrimos, á nadie hallamos dentro.
24 Y cuando oyeron estas palabras el pontífice y el magistrado del templo y los príncipes de los sacerdotes, dudaban en qué vendría á parar aquello.
25 Pero viniendo uno, dióles esta noticia: He aquí, los varones que echasteis en la cárcel, están en el templo, y enseñan al pueblo.
26 Entonces fué el magistrado con los ministros, y trájolos sin violencia; porque temían del pueblo ser apedreados.
27 Y como los trajeron, los presentaron en el concilio: y el príncipe de los sacerdotes les preguntó,
28 Diciendo: ¿No os denunciamos estrechamente, que no enseñaseis en este nombre? y he aquí, habéis llenado á Jerusalem de vuestra doctrina, y queréis echar sobre nosotros la sangre de este hombre.
29 Y respondiendo Pedro y los apóstoles, dijeron: Es menester obedecer á Dios antes que á los hombres.
30 El Dios de nuestros padres levantó á Jesús, al cual vosotros matasteis colgándole de un madero.
31 A éste ha Dios ensalzado con su diestra por Príncipe y Salvador, para dar á Israel arrepentimiento y remisión de pecados.
32 Y nosotros somos testigos suyos de estas cosas, y también el Espíritu Santo, el cual ha dado Dios á los que le obedecen.
33 Ellos, oyendo esto, regañaban, y consultaban matarlos.
34 Entonces levantándose en el concilio un Fariseo llamado Gamaliel, doctor de la ley, venerable á todo el pueblo, mandó que sacasen fuera un poco á los apóstoles.
35 Y les dijo: Varones Israelitas, mirad por vosotros acerca de estos hombres en lo que habéis de hacer.
36 Porque antes de estos días se levantó Teudas, diciendo que era alguien; al que se agregó un número de hombres como cuatrocientos: el cual fué matado; y todos los que le creyeron fueron dispersos, y reducidos á nada.
37 Después de éste, se levantó Judas el Galileo en los días del empadronamiento, y llevó mucho pueblo tras sí. Pereció también aquél; y todos los que consintieron con Él, fueron derramados.
38 Y ahora os digo: Dejaos de estos hombres, y dejadlos; porque si este consejo ó esta obra es de los hombres, se desvanecerá:
39 Mas si es de Dios, no la podréis deshacer; no seáis tal vez hallados resistiendo á Dios.
40 Y convinieron con Él: y llamando á los apóstoles, después de azotados, les intimaron que no hablasen en el nombre de Jesús, y soltáronlos.
41 Y ellos partieron de delante del concilio, gozosos de que fuesen tenidos por dignos de padecer afrenta por el Nombre.
42 Y todos los días, en el templo y por las casas, no cesaban de enseñar y predicar á Jesucristo.
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Hechos 23:2-5 RVA
2 El príncipe de los sacerdotes, Ananías, mandó entonces á los que estaban delante de Él, que le hiriesen en la boca.
3 Entonces Pablo le dijo: Herirte ha Dios, pared blanqueada: ¿y estás tú sentado para juzgarme conforme á la ley, y contra la ley me mandas herir?
4 Y los que estaban presentes dijeron: ¿Al sumo sacerdote de Dios maldices?
5 Y Pablo dijo: No sabía, hermanos, que era el sumo sacerdote; pues escrito está: Al príncipe de tu pueblo no maldecirás.
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Hechos 24:1 RVA
Y CINCO días después descendió el sumo sacerdote Ananías, con algunos de los ancianos, y un cierto Tértulo, orador; y parecieron delante del gobernador contra Pablo.
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Hechos 25:2 RVA
Y vinieron á Él los príncipes de los sacerdotes y los principales de los Judíos contra Pablo; y le rogaron,
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Hechos 5:1-11 RVA
5 MAS un varón llamado Ananías, con Safira su mujer, vendió una posesión,
2 Y defraudó del precio, sabiéndolo también su mujer; y trayendo una parte, púsola á los pies de los apóstoles.
3 Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué ha llenado Satanás tu corazón á que mintieses al Espíritu Santo, y defraudases del precio de la heredad?
4 Reteniéndola, ¿no se te quedaba á ti? y vendida, ¿no estaba en tu potestad? ¿Por qué pusiste esto en tu corazón? No has mentido á los hombres, sino á Dios.
5 Entonces Ananías, oyendo estas palabras, cayó y espiró. Y vino un gran temor sobre todos los que lo oyeron.
6 Y levantándose los mancebos, le tomaron, y sacándolo, sepultáronlo.
7 Y pasado espacio como de tres horas, sucedió que entró su mujer, no sabiendo lo que había acontecido.
8 Entonces Pedro le dijo: Dime: ¿vendisteis en tanto la heredad? Y ella dijo: Sí, en tanto.
9 Y Pedro le dijo: ¿Por qué os concertasteis para tentar al Espíritu del Señor? He aquí á la puerta los pies de los que han sepultado á tu marido, y te sacarán.
10 Y luego cayó á los pies de Él, y espiró: y entrados los mancebos, la hallaron muerta; y la sacaron, y la sepultaron junto á su marido.
11 Y vino un gran temor en toda la iglesia, y en todos los que oyeron estas cosas.
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Hechos 9:10-18 RVA
10 Había entonces un discípulo en Damasco llamado Ananías, al cual el Señor dijo en visión: Ananías. Y Él respondió: Heme aquí, Señor.
11 Y el Señor le dijo: Levántate, y ve á la calle que se llama la Derecha, y busca en casa de Judas á uno llamado Saulo, de Tarso: porque he aquí, Él ora;
12 Y ha visto en visión un varón llamado Ananías, que entra y le pone la mano encima, para que reciba la vista.
13 Entonces Ananías respondió: Señor, he oído á muchos acerca de este hombre, cuántos males ha hecho á tus santos en Jerusalem:
14 Y aun aquí tiene facultad de los príncipes de los sacerdotes de prender á todos los que invocan tu nombre.
15 Y le dijo el Señor: Ve: porque instrumento escogido me es éste, para que lleve mi nombre en presencia de los Gentiles, y de reyes, y de los hijos de Israel:
16 Porque yo le mostraré cuánto le sea menester que padezca por mi nombre.
17 Ananías entonces fué, y entró en la casa, y poniéndole las manos encima, dijo: Saulo hermano, el Señor Jesús, que te apareció en el camino por donde venías, me ha enviado para que recibas la vista y seas lleno de Espíritu Santo.
18 Y luego le cayeron de los ojos como escamas, y recibió al punto la vista: y levantándose, fué bautizado.
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Hechos 22:12-16 RVA
12 Entonces un Ananías, varón pío conforme á la ley, que tenía buen testimonio de todos los Judíos que allí moraban,
13 Viniendo á mí, y acercándose, me dijo: Hermano Saulo, recibe la vista. Y yo en aquella hora le miré.
14 Y Él dijo: El Dios de nuestros padres te ha predestinado para que conocieses su voluntad, y vieses á aquel Justo, y oyeses la voz de su boca.
15 Porque has de ser testigo suyo á todos los hombres, de lo que has visto y oído.
16 Ahora pues, ¿por qué te detienes? Levántate, y bautízate, y lava tus pecados, invocando su nombre.
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